Tenemos la mala costumbre de no entregarnos a nada, ya que mientras, por ejemplo, comemos, nos duchamos, manejamos, caminamos, y otras cosas cotidianas, estamos planeando lo que haremos el resto del día, resolviendo problemas en nuestra mente. Mientras desayunamos, planeamos cómo iremos vestidos al trabajo, cuando estamos en el trabajo, planeamos qué haremos de almuerzo, al almorzar, ocupamos la mente en cómo iremos al gimnasio y mientras nos ejercitamos en el gimnasio, pensamos qué es lo que vamos a desayunaral día siguiente, y así se nos va la vida, sin disfrutar nada de lo que hemos hecho mientras planificábamos el resto de la vida. La vida se nos va en planes.
Ser total es simplemente disfrutar y entregarse a cada cosa que hagamos,por completo. Al caminar al trabajo, o la universidad, por ejemplo, disfrutemos del paisaje, oigamos el tráfico, observemos a la gente, si van apresurados, si van escuchando música, o cualquier actividad que esté realizando cada persona que miremos; y si vivimos en alguna zona menos bulliciosa, miremos los árboles, los pájaros, las nubes, el sol... hagamos cada cosa siendo consientes de que lo estamos haciendo, y dejemos los planes para después. No digo que no planifiquemos, es bueno hacerlo, pero podemos hacernos la tarea de tomar un momento específico del día para planificar todo lo que haya que planificar, y cuando estemos planificando, seamos también totales en ello, tomemos notas, hagamos esquemas, dibujos, etc; y así vendrán a nuestra mente como un acto espontaneo, ya sabiendo lo que debemos hacer en esa hora, dejándonos así mas tiempo para disfrutar de la siguiente actividad. Pongamos toda nuestra totalidad a cada cosa que hagamos, sientiendo pasión, amor y entrega, así sea la más simple y cotidiana de las actividades.
Sólo por hoy quiero intentarlo, veré como me va. Y tal vez mañana lo intente otra vez.
